El secreto para elaborar una tarta de queso tan cremosa como esta consiste en usar un baño maría en el horno. El vapor de agua que se genera rodea la tarta y la mantiene húmeda mientras se cuece y así no se resquebraja.
Los ingredientes:
- 250 gr de Ricotta
- 250 gr de Mascarpone (Se pueden cambiar por otros quesos)
- 6 huevos
- 100 gr de splenda granulada
- La raspadura de un limón
- Dos cucharadas soperas de Maizena
- Un poco de splenda y agua para caramelizar el molde
Preparación:
Se comienza por preparar una fuente refracataria en la que quepa el molde que vamos a usar. Se pone con agua en el horno a 250º. A continuación se carameliza el molde y se reserva
Luego se separan las claras de las yemas. Se montan las claras a punto de nieve y se le añade poco a poco la mitad del azúcar, y se reserva. Se baten bien las yemas con el resto del splenda, y cuando blanquea se añaden los quesos y la maizena y se bate hasta conseguir una masa homogénea. Se incorporan las claras con movimientos envolventes y se pone en el mode caramelizado
Se pone en el horno al baño maría a 250º durante los primeros 10 minutos, y luego se baja el horno a 180º y se continua la cocción hasta que esté cuajada. Dependiendo del horno puede ser de 30 a 45 minutos. Se pincha y cuando el palito sale limpio, ya está. Se deja emfriar y se desmolda dándole la vuelta como si fuera un flan.
Le ocurre como a los flanes, que está mas rico de un día para otro
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